Innovación y desarrollo en pedagogía
ELABORADO POR: Vivian
Alejandra Sánchez[1]
De
acuerdo a la práctica pedagógica y al quehacer como docente dentro del aula, ciertamente
me identifico con la afirmación de Steve Jobs (1998), “la innovación no tiene
nada que ver con cuantos dólares has invertido en I+D. Cuando Apple apareció
con el Mac, IBM gastaba al menos 100 veces más en I+D. No es un tema de cantidades, sino de la gente que posees, como les
guías y cuanto obtienes”, pues concibe la innovación como un sentimiento y
una emoción destinada a la creación de algo nuevo, al igual que el liderazgo ejercido
para la obtención de los objetivos propuestos desde el comienzo.
Sin
embargo, actualmente se observa en las aulas de clase y en las instituciones
educativas, el desarrollo de una actitud pasiva frente a los procesos que
tradicionalmente han condicionado el aprendizaje de los contenidos y tópicos,
de las diferentes áreas del conocimiento humano, y que por décadas, simplemente
ha sido la respuesta a las necesidades sociales, gestionando la producción y el
tipo de obrero que responda adecuadamente con el insipiente desarrollo
económico de cada momento histórico de la humanidad, donde aquellos que tienen
el poder y el dinero han dominado esta idea para lograr permanecer en su
destacada posición social.
Y
es frente a esta observación, donde se destaca la labor intrépida de aquellos
docentes que frente a los obstáculos que presenta el sistema, aprovechan esas
dos oraciones mencionadas por Jobs: la gente que posees y como les guías.
Importante, pues es realmente la función vital del profesor, su materia y su
producto, su camino y su meta.
Y
es en este punto, donde destaco como importante la apreciación de Jurado
Valencia (2003), en la presentación que hace al libro Innovaciones Pedagógicas (Moreno, 2003),
al afirmar que:
“cuando las innovaciones son autenticas e interlocutivas con la comunidad, no hay quien detenga su potencia; su reconocimiento depende del grado de socialización y de impacto, tanto dentro como fuera del espacio del proceso de transformación; y por supuesto, esa potencia es suscitadora de conflictos, en el mejor sentido, y de contradicciones permanentes, porque la innovación es una construcción que no se cierra, cuando se activa desde perspectivas críticas”
Y continúa su afirmación de la siguiente manera:
“En este sentido, ¡sospechemos de aquello que llama innovación en algunas instituciones, en donde el conflicto y la divergencia argumentada está ausente! Algo interesante estará ocurriendo, al contrario, allí donde la “normalidad” se detiene y se rompe, porque las acciones pedagógicas de un grupo de maestros comienzan a desacomodar el orden instituido. Reconozcamos igualmente, allí en donde se intenta un cambio, la inevitable presencia de una vanguardia de maestros innovadores y una resistencia entre aquellos que primero ven los obstáculos y los problemas y después, si acaso, la posibilidad de asombro”.
Que
palabras tan llamativas, pero a la vez tan llenas de una realidad insospechada
por las políticas educativas publicas donde se generan reglamentaciones absurdas
para motivar la innovación en el aula. Risible, pues una innovación surge, como
diría Jobs, desde la intuición, en la lectura que se realiza del contexto, el
análisis de aquello que puedo ofrecer, la sospecha de lo que necesitan y el
inimaginable anhelo de construir algo que conlleve a mejorar procesos o en el
caso particular, aprendizajes.
Es precisamente, en la construcción de esos ambientes internos creados con los estudiantes, donde se vivencian nuevas prácticas para el aprovechamiento de los recursos, la infraestructura y las capacidades humanas con la finalidad de aprender a ser, a hacer, a conocer y a vivir juntos, como pilares de la educación, en contradicción con el esquema de la educación tradicional o conductista, donde llegas con un libro y te centras a dictar un contenido, a memorizar fechas y largos nombres, a llenar cuadernos enteros con planas y cientos de palabras que no tienen sentido ni contextualización con la realidad del niño, niña o joven, que ingresa a la institución educativa, con la única convicción de que esto servirá para adquirir un cartón que más tarde será solicitado para obtener un buen trabajo.
Graciosa
la contradicción, pero el docente innovador, tiene que jugar con esos dos
esquemas: presentar el conocimiento como algo alcanzable, interesante y que
definitivamente puede ser importante para su proyecto de vida, y a su vez,
preparar para exámenes internos y externos, adecuarse para las necesidades
sociales y económicos del momento, cumplir con los estándares curriculares
solicitados por las políticas educativas y seguir las normatividades y
legislaciones que procuran una organización del estado y de todos los entes que
la conforman.
Realmente, la creatividad consiste en conectar cosas, es decir, no hay problemas sencillos y cuando se percibe así es porque no se ha entendido en su totalidad. Cuando se ingresa en ese campo de la innovación educativa, surgen muchas ideas, miedos, perspectivas diferentes de cambios, pero ante todo, un fuerte anhelo de lograr sembrar una semilla en el corazón de estos educandos para que sean como el coco, la semilla más grande del mundo, que crezca y den frutos tan grandes como su origen.
Entonces,
¿si estaremos innovando en el aula?, ¿estaremos desequilibrando la tranquilidad
de la institución educativa donde estamos laborando?...
REFERENCIAS
Muñoz, A. (2006). Fomento del pensamiento crítico mediante la
intervención en una unidad didáctica sobre la técnica de detección de
información sesgada en los alumnos de Enseñanza Secundaria Obligatoria en
Ciencias Sociales. Departamento de Psicología Evolutiva y de la Ed. Madrid.: Universidad Complutense de Madrid.
Jurado, F. C. (2003). Presentación de Innovaciones pedagógicas. Bogotá: Cooperativa Editorial Magisterio.
Moreno, M. d. (2003). Innovaciones pedagógicas. Bogotá: Cooperativa Editorial Magisterio.
Novoa, F. (recuperado el día 2 de diciembre de 2014 a las 11pm). Los mantras de innovación de Steve Jobs. Inalde Business School, Universidad de la Sabana, tomado de: http://www.inalde.edu.co/sala-de-prensa/revista-inalde/detalle-blog/ic/los-mantras-de-innovacion-de-steve-jobs/icac/show/Content/ .
[1]
Estudiante I
semeste. Maestría
en Proyectos Educativos Mediados por Tic. Correo Electrónico:viviansaac@unisabana.edu.co
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